Todos conocemos la sensación. Se nos mete algo en la cabeza y no hay forma… Hoy te doy una solución para la pregunta que tantas veces nos hemos hecho: cómo dejar de pensar en algo…
Como digo, a todos nos pasa o nos ha pasado alguna vez. Se nos mete un pensamiento, o una corriente de pensamientos, en la cabeza, y por más que queramos no podemos expulsarlos.
Me refiero, claro está, a algo negativo, que te hace daño, te pone nervioso, no te permite dormir, etc. ¿Cómo expulsar, ¡por Dios!, esos malditos pensamientos?
Pero antes, te voy a explicar algo…
¿Por qué pensamos en algo de forma persistente? ¿Por qué se produce ese fenómeno?
Pensamos con la mente, y la naturaleza de la mente es pensar, eso es lo primero a tener en cuenta.
Por tanto, que la mente piense en algo, sea negativo o positivo, es lo normal, lo que está programada para hacer, no puedes pedirle que haga algo contrario a su naturaleza.
No sólo a la mente le gusta pensar, sino que le gusta mucho, le gusta pensar de manera repetida, reiterativa, persistente, insistente… ¡Cansina!
Eso quiere decir que cuando encuentra un buen filón no lo suelta. Un pensamiento negativo, por tanto, que te hace daño o te pone nervioso, es el perfecto caldo de cultivo para que la mente se explaye a gusto, ya que al ser algo que te preocupa es algo que vas a intentar resolver por todos los medios (por ser importante para ti) y, por lo tanto, algo sobre lo que la mente puede despacharse a gusto. Como digo, la mente sabe que ahí hay tajada.
El problema es que pensar reiterativamente en algo no es garantía de resolución. Por lo general, no por más que pienses arreglas las cosas preocupantes. Lo único que consigues es tener la mente ocupada, darle vueltas y más vueltas y angustiarte, obsesionarte… y terminar peor de cómo empezaste.
Por eso necesitas una solución.
Que puede ser la que yo te voy a dar. ¡Ojalá!
La solución a cómo dejar de pensar en algo
La naturaleza de la mente es pensar, lo hemos dicho. No puedes, por tanto, pedirle que deje de pensar o enfadarte con ella por hacerlo.
Si la naturaleza de la mente es pensar, dale algo para que piense en lugar de lo anterior, en lugar del pensamiento negativo.
Sustituye el pensamiento negativo por otro positivo o neutro o dale a la mente un nuevo foco de atención.
La mente es como los niños. Quítale a un niño su juguete y llora. Dale inmediatamente otro y se calla. Le da igual lo que le des. Lo que quiere es tener algo. Pues la mente es igual.
Por lo tanto, la solución es sustituir un pensamiento, darle a le mente un foco de atención diferente. Eso lo puedes acompañar, por ejemplo, de alguna acción física como puede ser moverte, caminar, cambiar de lugar, etc. Está comprobado que la acción física cortocircuita el cerebro respecto a lo que estaba pensando.
Vamos a ver varias posibilidades.
Un nuevo foco de atención o un pensamiento nuevo para dejar de pensar en algo
Puedes repetir un mantra
Realmente, una de las finalidades de los mantras es calmar la mente. Al darle un foco de atención enaltecedor, la mente se enfoca en él y se sosiega.
Como ya he escrito sobre ello, no voy a repetirlo. En este artículo puedes aprender más sobre qué es un mantra y para qué sirve (y cuáles son los beneficios y más cosas).
Puedes enfocarte en la respiración
Observa tu respiración sin más, cómo entra y sale el aire por tu cuerpo. Cuando la mente se vaya de nuevo al pensamiento negativo (que se irá, es su naturaleza), vuelve a la respiración, sin más, tantas veces como la mente intente irse.
En este artículo puedes aprender qué es la respiración consciente.
Realiza una actividad diferente y enfócate en ella, con plena conciencia de momento presente
La clave no está en realizar una actividad, sin más, porque puedes realizarla y seguir con la mente a 100 km. hora. La clave estriba en realizar la actividad plenamente enfocado en ella, es decir, plenamente enfocado en lo que estás haciendo, en ese momento presente.
Un pequeño consejo, al margen
Si algo no abandona tu mente es porque te preocupa.
Sobre las cosas que nos preocupan pueden ocurrir dos cosas: que tengan solución o no.
Pregúntatelo.
Si tiene solución, se la das.
Si no la tiene, hay que aceptar la realidad, y la realidad es que no todo tiene arreglo, ni todo tiene que ser como nos gusta.
Una palabra que me gusta mucho es “aceptación”, porque demuestra gran sabiduría quien acepta la realidad de las cosas que no se pueden cambiar. Lo contrario es crear sufrimiento.
Reflexiona sobre esto último, por favor, y comprobarás que insistir y persistir sobre lo que no tiene arreglo sólo produce sufrimiento y desazón. Y si antes era negativo el pensamiento, y no te dejaba dormir, y te ponía nervioso, y todo eso, pues ahora más.
Por lo tanto, hay que ser realista y cambiar lo que se puede cambiar y aceptar lo que no.
En este artículo puedes aprender más sobre la técnica de la aceptación…
Un supuesto específico: mi cabeza piensa cosas que no quiero pensar
Ahora voy a tratar un supuesto específico, que tiene un matiz diferente al típico “cómo dejar de pensar en algo”.
Se trata de cuando pensamos en algo que no queremos pensar. Es decir, no es algo que nos preocupe o nos atormente, sino que se trata de cosas a las que en realidad no queremos prestar atención. Cosas como que nada tienen que ver con nosotros o que parece que se nos introduzcan en la mente sin saber muy bien porqué.
Y aquí tengo que decir algo. Lo que viene a continuación puede tener algo de esotérico, paranormal, conspiranoico, etc. Si no sintonizas con estas cosas, o no crees en otro tipo de realidades, puedes dejar la lectura cuando lo desees, porque poco te va a aportar (gracias por haber llegado hasta aquí).
¿Te has ido, sigues…?
Mmmm… veo que sigues, pillín…
Pues a lo que iba.
Todos los pensamientos que tenemos en la cabeza no son nuestros.
Entre los pensamientos ajenos a nosotros tenemos dos supuestos.
Supuesto 1
Uno, los pensamientos que simplemente se nos meten (se pegan a nosotros, son atraídos por nosotros) de entre la corriente o flujo de pensamientos que puebla el espacio universal de la conciencia.
Es decir, hay un espacio global de energía y conciencia en el que están (y por el que transitan y fluyen) los pensamientos de toda la humanidad. A veces, vete tú a saber por qué, se nos meten algunos.
Supuesto 2
En el espacio general de la creación (no solo en el de la conciencia humana, que sería el supuesto anterior, sino en lo que abarca la existencia en todas sus formas) existen infinidad de seres, criaturas y formas de conciencia y energía. No te puedes imaginar la inmensa variedad que existe. En experiencias extrasensoriales yo me he encontrado con cosas extrañísimas…
Algunas de esas formas de vida manipulan a otras y se alimentan de otras, igual que tú te alimentas de lechugas y pollos.
Hay seres/formas/criaturas que se alimentan de emociones negativas, y para ello tienen que preparar su alimento (igual que tú cultivas tu huerto con las verduras). Preparar su alimento es introducir pensamientos en tu mente para que te preocupes, agobies, pongas nervioso, etc.
Cuando la emoción está lista, se la zampan.
Ese es un supuesto. En este mismo bloque hay otro que sería el de las posesiones espirituales, en mayor o menor medida. Un espíritu, un ser del mundo astral ocupa tu ser o te posee en mayor o menor medida y hace que hagas, digas y pienses cosas que nada tienen que ver contigo. De esta forma, piensas en tu mente como si fueras tú, pero no eres tú, eres él/ella/ello, y por eso dices que piensas cosas que no quieres, como si alguien te metiera en la cabeza cosas…
Pero es que es verdad, alguien te está metiendo en la cabeza cosas…
Bueno, no quería terminar en plan la niña del exorcista, pero cuando me pongo a escribir no sé cómo acabo.
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Muchas gracias por los artículos,me han ayudado mucho
Gracias a ti, Mónica, me alegro.